La Ballena, la Oficina y el Cadáver de Mi Jefe
El agua que la ballena escupió por su espiráculo, me cayó en la cara. El ruido del soplido me fue despertando, y el ardor apareció lento pero punzante. Me había dormido al sol y me quemé más de la cuenta. Intenté abrir los ojos. Estaban pegados. Y entonces la vi. Era inmensa. Solo una […]